Quaresma

“No hi ha res tan tortuós i tan malalt com el cor.

¿Qui el pot conèixer a fons?” (Jr 17, 9)

Heus aquí l’oferta de l’aridesa. Heus aquí la Quaresma. Horitzó infinit, paisatges de pedra i camins de terra eixuta. Quatre esbarzers que mosseguen la sorra solitària. El temps, que s’atura, es voldria escapar, ataüllar i aferrar-se a algun miratge.

***
Apareix per fi la primavera
el seu prat és un vestit
teixit de seda jaspiada
i amb estampats de margaridoies
- petits sols amb què ella s’adorna.

Apareix una mica enamorada
i el vent oneja les flors
dels cirerers i d’altres arbres
les amors inconcebudes.

¿Pot ésser que el cel reflectís
el reverdejar de la pàtria meva?
Se sentia com naixia un rajolí
d’aigua cristal·lina dins del cor...

Però ja és l'hora i s’escola el miratge;
despuntant el dia el desert roman
- sense el dolç refilar de la tortoreta
que jo, espantaocells, no volia espaventar.
Sol, se’m fa feixuga l’espera.
Estaquirot, temo i desitjo la Pasqua.

***

La Quaresma, tanmateix, té els seus oasis. Ahir, a mitja missa, la petita Anna em declarà tota cofoia a cau d'orella, pujada als meus braços: “tu eres mi papá!”. Segurament, ningú m'haurà dit mai quelcom tan meravellós, encara que no sigui gaire veritat. Tot d'una vaig capir l'emoció del "Pare nostre" quan jo mateix em rendeixo confiat al seu esguard...

“Jo, el Senyor, examino l’interior dels homes per donar a cadascú segons el seu comportament, segons el fruit de les seves obres” (Jr 17, 10)

If Dante had Virgil, I had Chesterton (Pearce said)!

Joseph Pearce is visiting Spain nowadays. Yesterday he had to deliver two lectures about “literary converts” and Chesterton at the University of San Pablo CEU from Madrid. For many reasons, I was really interested in attending to these events. I even had my “quest for Shakespeare” ready to be signed by the author with a special dedication. Unfortunetely, Mr. Pearce losed his flight, so the expected lectures were to be put back for today. However, I have not been told about the actual hours of the foreseen speechs. Nedlessly I waited for an early confirmation this morning. One of the lectures was cancelled, and I was informed about the second when it had finished, so there was no need to hurry up anymore. Tomorrow, God willing Mr. Pearce is in Pamplona. I am staying in Madrid. Hopefully, I will meet him another day. Force majeure, as the learned English lawyers tend to say!

In my grief, I have been comforting myself finding a Pearce’s autobiographical writing about “his” own conversion to popery. It is worth reading. And just before a while, I have came to this podcast.

Javierada

Sin planearlo, este fin de semana, algo ventoso el sábado pero soleado el domingo, he podido disfrutar de la Navarra más auténtica, la que se gestó entorno de sus incontables monasterios y la que gestó y a su vez fue gestada por sus santos.

El sábado fue el turno del monasterio cisterciense (de la Trapa) de la Oliva, un remanso de paz de la Trapa, allá a orillas del río Aragón, entre Mélida y Caparroso, no muy lejos de las Bárdenas reales. ¡No hay que irse a la Grand Chartreuse! Sus monjes, aunque no minusvaloran las utilidades que les ofrece la modernidad, mantienen puntillosos la regla monástica, como garantía de su libertad. Porque su libertad la encuentran en Dios, y en encontrándole a Él, se encuentran. (Permítaseme la licencia, pero no dudaré en afirmar que no hay más “persona” que un monje). Su actividad, su razón de ser: “Deum quaerere”. ¿Cómo? Mediante la oración, el trabajo y la penitencia. El fruto visible, la caridad para con el hermano, sea el de la propia comunidad como se trate de un huésped. ¿El secreto que lo sazona? La Virgen. Para los “mundanos”, incapaces de semejante vida, sólo nos queda disfrutar sin prisas de unas horas, de una conversación, de una Vísperas, de un paseo, de la humedad de una tierra pre-primaveral... ¡Y sabe a gloria recargarse las pilas!

Aprovechando que la Oliva no queda lejos de Javier, atravesando ya de oscuras la zona media de Navarra, la patria de los carlistas, me acerqué por carreteritas recónditas a Lumbier. Allá acababa de llegar un grupo de jóvenes navarros, vascos, catalanes y madrileños tras su extenuante primera jornada de la Javierada. Nos dio cobijo el párroco en la casa parroquial. Cenamos en la misma calle con sopa, pan, queso y algo de embutido, que por algo estamos en Cuaresma. Aunque cansados los caminantes, hubo tiempo y fuerzas primero para un alegre fuego de campamento, bailes y guitarras incluidos, en la anteiglesia del pueblo. Luego, entrada ya la noche y aprovechando los buenos ánimos, también los hubo para una hora santa con el Santísimo. Llevábamos un rato reconfortándonos por el Aquél que-es-todo-amor-y-misericodia cuando de repente unos potentes estallidos nos sobresaltaron. Alguien (unos chavales del pueblo) había entreabierto la puerta, echando dos petardos dentro de la iglesia, repleta de gente. El susto ciertamente fue grande, si bien sólo se quedó en un susto. Pero a nadie le cupo la menor duda de que se trataba de una leve premonición de otros sucesos, de otros “gamberros” y de otras bromas que no nos harán ninguna gracia, cada vez más cercanos... Y, sobretodo, a qué dudarlo, había y sigue habiendo otro Alguien (piénsese en el nombre del pueblo y se acertará) rabiando porque menos de cien jóvenes son capaces de arrodillarse durante una hora delante de lo que parece un trozo de pan... Ya se sabe aquello de “seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza” (Lc 21, 18-19).

Por ello, sin perder la tranquilidad, nos fuimos a dormir. Bueno, dormir es un decir, porque a las tres horas tocaba diana. Tras un rápido desayuno, a las cuatro de la mañana dejábamos Lumbier, encaminándonos por medio de la noche hacia nuestra meta: el castillo de Javier. En primer lugar, poco después de salir de la población y de camino a Liédena, hemos tenido que atravesar la Foz de Lumbier, un espectacular desfiladero del río Irati que ha serrado durante milenios la última estribación rocosa de la Sierra de Leyre. Si de día es imponente, imaginaos el congosto de noche, cuando la oscuridad y el silencio del lugar viene disturbado solamente por las inagotables aguas pirenaicas que se abren camino contra todo lo que se les ponga delante. Con todo, hablando sobre Canals, casi no nos hemos percatado del momento en que abandonábamos la lúgubre garganta.

Al llegar a Liédana, clareaba ya. Este era el punto de encuentro con los demás grupos. A las 7:30 salíamos todos rezando el Via-crucis, en la última parte del camino a Javier. Los últimos quilómetros eran pan comido para unos. En especial si no habíamos andado el día anterior. Pero para algunos... ¡era un verdadero via-crucis!

Sin embargo, nos reconfortaba por esta vez la gloriosa salida del sol, que se erguía entre las nubes perezosas que se desvanecían abrazándose delicadamente a los montes. De nuevo, la primavera indomable se preanunciaba maravillosa en los trigales que tímidamente se atrevían a germinar. Los almendros, más avanzados, se habían prodigado en adornarnos la caminata. Mas la natural belleza de la tierra que se nos despertaba delante, no era suficiente para las ya mermadas fuerzas de la adolescente Guadalupe, que a estas horas arrastraba ya con dificultad sus pies lastimados y llenos de ampollas. ¡Oh mujer (trabajadora), por mucho que te esfuerces, con compañía te será más fácil!¡Y cuánto más si la compañía te viene del brazo de un amigo! Así, los dos, hemos alcanzado Javier al final. Al final, porque hemos sido los últimos, pero hemos llegado puntuales para la misa. Misa al aire libre, que el sol ya calentaba, y el templo era magnífico, con el castillo de Javier como altar y la Sierra de Leyre, aún nevada en sus cimas, de retablo. Presidiendo, Don Francisco, el pastor. Nosotros, el rebaño reunido.

Y así, a San Javier le hemos traído nuestras intenciones. Y desde aquí, como el apóstol misionero, nos hemos vuelto cada uno a sus casas. También yo - en caso contrario no estaría escribiendo estas líneas. Con una misión: evangelizar, o sea anunciar la buena nueva. A Cristo.

El diputat del Congrés

Aquest migdia de divendres, assolellat i primaveral, he tingut l’avinentesa de conèixer el Congrés de Diputats per “dins”, gràcies a la gentilesa d’una amiga que hi treballa com a lletrada i que m’ha aconseguit còpia de les actes i discursos del besavi, Marià Bordas i Flaquer, diputat carlí i per Solidaritat Catalana els anys 1907-1910.

Els divendres no sol haver-hi activitat parlamentària. M’he perdut, doncs, el tràfec de diputats, polítics i periodistes que coneixem per la televisió. Només hi pul·lulava algun grup de “turistes” i els mateixos funcionaris de les Corts. Per això, la meva amiga ha aprofitat per a ensenyar-me el Palau del Congrés, l’hemicicle, els salons annexos, les comissions, la Biblioteca...

L’edifici del Congrés, interiorment i exterior, és tota una demostració d’elegància decimonònica. Exaltació borbònica-isabelina. Pulcritud, al·legories i proclames constitucionals a favor de la democràcia, des de 1812. Sembla el Liceu. O un teatre.

És clar: la democràcia és un teatre, on cadascú representa un paper. Els diputats són els principals actors (“representants de la sobirania nacional”). Els partits polítics, directors d’orquestra que reparteixen els guions, segons ho mana el Gran Arquitecte, ai perdó, segons el President de Govern. Els periodistes i els mass-media, crítics i únics espectadors directes, preparen diligentment les funcions parlamentàries que els telediaris ens transmeten puntuals. Encara recordo l’ensopiment del segon canal de la televisió pública polonesa dels anys “democràctics-populars”, que retransmetia íntegres les avorridíssimes sessions del Sejm polonès. En canvi, la democràcia-lliberal, per sort i per amor al poble, ens estalvia la tediositat dels areòpags moderns.

A vegades les representacions teatrals són drames. D’altres, comèdies. Fins aquí, benvinguda sigui l’amenitat. Però quan arriben les tragèdies...

Hom parla de recuperar el mandat imperatiu i proscriure el mandat representatiu. Hom parla de reivindicar una democràcia participativa. Hi han nostàlgics que evoquen els temps de “cuando los curas eran curas y los condes eran condes”. D’altres, més lliberals, evoquen amb sentiment la distinció i la categoria dels polítics i diputats alfonsins: tots uns “senyors” amb classe que almenys es preparaven ells mateixos els discursos i no els llegien mecànicament davant de la Cambra Baixa. Enguany, són els corresponents “politburós” – tots ells formats per tècnics anònims dels partits polítics contemporanis - els encarregats de redactar la literatura parlamentària. És lògic: la “paletada” de la majoria dels congressistes facilita o demana la intervenció de la partitocràcia.

Hom parla... Avui estem en crisis, dissortadament. Els pressuposts de l’Estat no donen pas per a gaire, per això cal administrar bé els recursos, fer economia. Per tal d’optimitzar l’eficiència de la nostra democràcia, per a fer-la més propera i atractiva pels ciutadans, se m’ha ocorregut que a partir d’ara es podria “modernitzar” el règim electoral i esmenar la Constitució en conseqüència. A més a més, estem en una època de progrés, globalització i d’informàtica. Les tradicions parlamentàries són només rèmores del passat. Per tant, per què no s’elimina el “sistema d’escons” (és a dir, allò d’un escó per persona) i l’elecció dels nombrosos (i val a dir, costosos) diputats i, en comptes d’optar per un sistema de representació de partits, com en una societat mercantil? M’explico: es tractaria de que, en funció dels resultats electorals, cada partit (una persona jurídica a la qual es confereix la representació política de la sobirania nacional - vegeu l’article 3 de la Llei Orgànica 6/2002, de 27 de juny, de Partits Polítics) ostentés ell mateix els vots de forma proporcional al resultat de les eleccions i no per mediació dels seus diputats electes. Així, cada partit designaria un representant o apoderat que mediatitzaria els vots obtinguts pel partit a les darreres eleccions. Tot seguiria igual: constituïda vàlidament l’Assemblea Democràtica corresponent (“on-line”, òbviament), es formalitzarien les votacions de forma informàtica seguint l’ordre del dia proposat pel govern. Només hauríem de mantenir a un representant per partit! En tot cas, es podria aplicar, mutatis mutandis, el règim de celebració d’una Junta d’Accionistes que estableix la Llei de Societats Anònimes. Al cap i a la fi, tan sols caldria que els secretaris generals dels partits de torn premessin els botons necessaris en un moment donat i en qualsevol lloc del món i ja tindríem el resultat esperat. Endemés, si el partit majoritari comptés amb majoria absoluta, de fet, ens podríem estalviar tot aquest “protocol” – qualsevol proposta que comptés amb la seva aquiescència, tàcita o expressa, tindria automàticament la categoria de “llei”. No faria falta el BOE, amb un mailing electrònic en tindríem suficient (imagineu-vos quants boscos es salvarien)! D’aquesta manera, àdhuc es podria “desamortitzar” l’edifici del Congrés a Madrid per a altres usos. Del preu de la subhasta, hom podria finançar algun projecte d’aprofundiment de la democratització i emancipació social, verbigràcia “en algun lugar de la Mancha de cuyo nombre sí quiero acordarme” (una pista: comença per TO i acaba per DO), o pels esquimals del Pol Nord si s'escau.

Certament, m’ha costat desempallegar-me de l’encís burgés del nostre Congrés. Però, al capdavall, la veritat s’imposa. Diuen que representa la “voluntat” de la “nació espanyola”. Pregunto: la meva "voluntat" també? La de la majoria? Quina majoria? La resultant de les eleccions? Malgrat la seva elegància, la voluntat general no és més que un òrgan de l’Estat (i l'Estat és tan sols un grup de persones que diuen que representen a la comunitat) que, ençà les constitucions lliberals primer i "democràtiques" després, ha destronat i desterrat a Nostre Senyor de la vida social dels espanyols; legislador apòstata; segrestador de les llibertats, de les llibertats concretes dels espanyols i de les regions d’Espanya. Un poder que desvincula les famílies. Un òrgan assassí, que promou l’holocaust dels 100.000 avortaments anuals... Encara sento els calfreds que he sentit bo i sortint del Parlament a l’escalfor de la Carrera de San Jerónimo.

Però he de seguir estimant els meus germans i treballar cada dia pel bé comú! On trobar les forces? Aquesta nit amb un grupet d’infants adorarem una altra vegada a l’Únic Legislador. I és que "així com Jesucrist ha posada la sua ànima per nós, així nós devem posar nostres ànimes per nostres frares e per la cosa pública" (F. Eiximenis, Regiment de la cosa pública, c. XX).

Perquè tenia fam, i no em donàreu menjar; tenia set, i no em donàreu beure (Mt 25, 42)

Tristor la meva quan s’acaben les vides - vides escanyades, deshidratades, desconnectades, assassinades.

He pregat per la teva resurrecció, si bé ja t’han mort, no tornaràs, no t’he conegut, comiat amarg.

Com és que t’han llicenciat, si t’estimaven? Si et volien bé, per què ja no hi ets? Si hi ha un principi de vida, qui ho és?

Un cos inerme, un cos dormit. Pressuposant la teva vegetalitat inútil, la persona, aleshores, per a què serveix?

Són masses pregàries silenciades. Car ella tenia vida, i ara ja no. Fa poc el cor li va deixar de bategar.

El cor cessà, doncs morirem tots un dia, però ai del qui mata en nom de l’amor - ell ja no podrà tornar a somriure.

T’ha occit la pàtria, t’ha occit la llei, t’ha occit la medicina, t'hem occit tots, començant pel teu primer garant de vida - en aquesta nostra pantanàsia col·lectiva.

I ni t'han deixat demanar un vas d’aigua!

(A Eluana)

Adéu siau, Sr. Canals!

Ibi uacabimus et uidebimus, uidebimus et amabimus,

amabimus et laudabimus. Ecce quod erit in fine sine fine

(De civitate Dei, Liber XXII)

Aquesta darrera nit de divendres a dissabte ens ha deixat un home de Déu, un dels últims catalans de soca-rel, i per què no, un dels catalans més universals, en Francesc Canal Vidal. Un home assenyat, o el que és el mateix, un savi: el Savi. Només ens queda augurar-nos als que ens quedem aquí: “que al Cel sia i allà tots el podem veure!”.

El Sr. Canals, ens llega, a més a més de la seva obra, el seu criteri, el seu mestratge, ja se sap allò de non omnia moriar. No sóc qui per a fer-ne un elogi pòstum o una esquela biogràfica. Suposo que en els propers dies i setmanes hi haurà qui ho faci, amb agraïment i amb traça. D’altres, renegats, ni l’esmentaran (per què, ni que fos per una vegada, haurien de canviar de conducta, ara...??).

Tanmateix, a mi em dol no haver-lo pogut conèixer personalment – tenia la petita esperança que tindria la sort de fer-ho abans no s’encaminés definitivament a la casa del Pare.

- Sr. Canals: la teva contemplació ja no considerarà limitadament la teva Viladrau o Barcelona, la teva Catalunya, la teva Espanya, la teva Schola, la teva Cristiandat terrena... No, endavant, com a membre de l’Església triomfant, ja ho comprendràs tot, i ho estimaràs plenament, des del Sagrat Cor de Nostre Senyor. Abans, et rebrà, com no podria ésser d’altra manera, el “teu” Sant Josep. Gaudint de la Veritat, compartiràs conversa amb els teus mestres: Sant Atanasi, Sant Tomàs, Sant Ignasi, Santa Tresina, el pare Ramière, en Torras i Bages o el pare Orlandis (i tants més...). I a nosaltres, els teus deixebles, o millor, deixebles dels teus deixebles, ens hi esperaràs en aquesta Universitat, on l’Immaculada mai deixa d’exercir com a patrona.

A gracious spring waiting

Maybe it is this crescent moon,
or some memory of once better times,
but I wonder why I have been overfilled tonight
with such a fresh tenderness.
A gentle joy that hurts,
like sweet sadness, it tastes bright and silent.

And God only knows
how much I miss you in this quiet darkness,
longing for our youth gone by.

The almond trees are in bloom.
Who will breathe in their fragrance?
Do no birds sing on February nights?
So let my voice cry out with the old song:

“By the clear and the winding streams

in the Valley of Golinons,

where my love and I have been,

where we'll wander nevermore.

CHORUS
But if time was a thing Man could buy,

all the money that I have in store,

I would give for one day by her side,

in the Valley of Golinons”

(Silly Wizard, The Valley of Strathmore)

O Lord, the Almighty, nevertheless,
not mine, but Thy love be done!

NOTE 1:

This writing was composed a year ago in a clear and cold night while I was listening to the song of The Valley of Strathmore, seated alone at my car, parked somewhere in the neighbourhood of San Blas in Madrid (where I lived). I wrote it in English. I hadn’t had then the opportunity to have it checked and I preferred to not have it published on my blog at that time. A whole year went by, the thing matured. I have been caught again by another crescent moon and somebody helped me with my “English” poetry (let me send you my appreciation : thank you Miss Anderson!).

NOTE 2:

For those of you who have not yet been in the Valley of Golinons (el meu mundanal paradís, my earthly paradise in Catalan), I promise that I will drop you a line about it, someday.