jueves, 26 de marzo de 2009

miércoles, 25 de marzo de 2009

"Ecce concipies in utero et paries filium"

Bon dia, Maria, bon dia
quin dia més maco que fa!
si no el fes diria:
somriu, que el farà!

Este sencillo cuarteto fue compuesto por mi abuelo Mariano, q.e.p.d., en sus años mozos. Supongo que se lo dedicaría a alguna María de su quinta. Me ha venido a la cabeza esta mañana cuando escuchaba en misa el anuncio del Arcángel a la Virgen de Nazaret: Ave Maria. No creo que la mañana de hoy, nítida y lúcida de una vitalísima primavera en flor, sea muy diferente de aquella mañana en la que se obró la Encarnación. En semejante mañana, todo lo bonito es posible, pero seguramente el saludo del Ángel la cogería por sorpresa a María, aunque no la acongojó. Antes al contrario, Ella radiante y con toda la confianza puesta en su Señor, respondió:

Ecce ancilla Domini fiat mihi secundum verbum tuum (Lc 1, 38).

Este “sí” de María resuena por toda la eternidad, temporal y espacialmente. Si la Palabra de Dios se hizo carne fue también porque la palabra de María fue tomada en cuenta. Porque Dios ama la libertad, quiso que María consintiera libremente. Sin prejuzgar los planes de Dios y a pesar de que toda la Creación lo esperaba, ¡María podía haberse negado! Esta es la grandeza de la Encarnación. Divinidad, angelidad y humanidad anudadas en un instante, la re-creación, el Dios-con-nosotros, Emmanuel.

***

En otro orden de cosas, la fiesta de hoy nos recuerda la fiesta de la Vida, de toda vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. En estos momentos tan graves, cuando se está poniendo en entredicho el futuro (“la viabilidad”) de millones de personas en España, alguno podría pensar que el autor de este blog se encuentra de brazos cruzados viéndolas venir o escribiendo poesías más o menos introspectivas. No es así. Estoy convencido de que la batalla por la vida de miles de hermanos míos por nacer (o por no nacer...) hay que darla, incluso con la propia vida. Porque la sangre que se va a derramar es la sangre más inocente, será la de los corderitos sacrificados en este matadero español, sacrificados como chivos expiatorios por los pecados y por la iniquidad que se apodera de este mundo inhumano. Nosotros, ciertamente, por mucho que hagamos, estamos vendidos. En España, sólo hay que reconsiderar los antecedentes, volver a leer la Sentencia del TC nº53/1985, donde ninguno de los magistrados – incluidos los “bienpensantes” - se pronunció “por la vida” en contra del aborto.

El tema del aborto no ofrece dudas. O se está a favor o en contra, sin medias tintas. La cuestión es muy, pero que muy fácil: o el (o “lo”) concebido es persona desde el momento en que “surge”, esto es, desde el momento en que el espermatozoide masculino fecunda el óvulo femenino, o el (o “lo”) concebido no es persona, al menos hasta su “nacimiento”. Yo, con la ciencia en mano, sostengo que el concebido es persona - esto es, siguiendo la definición boeciana-tomista - individuo subsistente (substancia) de naturaleza racional. Se podrán poner todas las objeciones que se quieran a esta subsunción del embrión al concepto de persona, pero el hecho cierto es que, siquiera embrionariamente, este zigoto ya “es” y, sin abortos de por medio – naturales o artificiales –, está llamado a tener un nombre, una “circunstancia”, una historia personal y Dios quiera una familia. De hecho, normalmente una madre gestante no llama a su hijo/hija como “zigoto, embrión o feto”. Le llama ya como lo que es, como “hijo/hija”, y frecuentemente por su nombre desde el momento en que se conoce el sexo del o de la que va a nacer. El que sea querido o no, no es decisivo, puesto que el frágil e inconstante amor de sus padres biológicos no le puede otorgar la entidad a ese nonato.

En caso contrario (de no aceptarse que hay persona desde el mismísimo instante de la fecundación), como es lógico, la definición de persona queda sujeta al prejuicio, a la arbitrariedad, a la conveniencia de unos pocos o de unos muchos. ¿Solamente si el nacido ha sobrevivido 24 horas fuera del útero materno seria persona?¿Seria persona sólo el que se puede auto-determinar “libremente” y no está condicionado? Entonces, obviamente, pierde toda razón de ser la protección al nasciturus. Pero también la de los niños (¿hay algo más condicionado, irracional e indeterminado que un niño?), la de los discapacitados psíquicos o, en general, la de todos aquellos que no nos “auto-determinamos” y que mantenemos algunas vinculaciones físicas, afectivas o morales con algo objetivo y exterior al propio “yo pensante”.

No exagero, esto no es demagogia. Sólo es llegar a las consecuencias de unas premisas espeluznantes. Los nazis se cepillaron a millones de judíos o gitanos por el simple argumento de que un judío o un gitano “no es persona”. Tal cual. Si no es persona, ergo se puede (se debe) eliminar. Por ello no es de extrañar, y no se me escandalice nadie, que la vida de un lince – ibérico o europeo, ¡qué más da! – gozará de más protección legal en este caso. Hoy hablamos de “derecho al aborto” hasta las 22 semanas, mañana hablaremos de 36 semanas y pasado mañana de derecho a la libre disposición de la prole, como la que tenían el pater familias romano respecto a sus hijos. Ahora, el "pater" es el Estado o la Comunidad Autónoma. Hoy (todavía) nos escandaliza la noticia de una madre acusada de matar a su hijo, recién nacido, y esconderlo en un armario de su casa. El problema de esta desgraciada es que no “interrumpió voluntariamente su embarazo” a tiempo. Si la condenan, esta sí que será la mayor hipocresía de esta sociedad cainita. No la condenemos, por favor, seamos honrados y filantrópicos con la pobre mujer. Ya veréis como en unos años, estos casos “límite” serán despenalizados, toda vez que serán un argumento sofista para extender el aborto “libre” hasta la primera contracción del parto indeseado.

Además, los proabortistas no escriben poesías.

***

No, no estoy de brazos cruzados. Estamos en Cuaresma: oración, penitencia y ayuno. No pierdo la esperanza. Porque en un día como hoy la esperanza, Nuestra Esperanza, se hizo hombre. Asumió todo lo humano, menos el pecado, precisamente para redimir lo humano, para redimir el pecado por la Cruz. También el pecado ominoso del aborto. Y la salvación no cesa, a pesar de las apariencias en contrario. Con María, nosotros, yo, todos podemos responder también ardientemente diciendo “fiat voluntas Tua”. No siempre es fácil. De hecho es muy difícil. Pero es el Espíritu de Dios quien nos impulsa a responder. Como María, sin saber el “cómo”, podemos pedir la gracia de decir sí a Dios, sí al hermano, sí al amor, sí a la vida. También decir sí a la poesía. Porque decir “sí” es decir “no” a Satanás y a sus obras, decir no a la muerte, al egoísmo, al pecado, a lo horrible, al aborto. En todo momento, en toda circunstancia. Hasta el momento final, en el que debamos pronunciarnos por el “sí” o el “no” definitivo. Y diremos SÍ, por gracia.

lunes, 23 de marzo de 2009

Cabo de Palos



Miserere mei, Deus:
secundum magnam misericordiam tuam.
Et secundum multitudinem miserationum tuarum:
deleiniquitatem meam.
Amplius lava me ab iniquitate mea:
et a peccato meo munda me.
Quoniam iniquitatem meam ego cognosco:
et peceatum meum contra me est semper
psalm 50 (51), 1-3

A la vora de la Mediterrània
gaudia la tarda de sol encesa
gaudia de la visió instantània:
el cel, la mar i la terra promesa

Una esperança del més enllà
davallà a la platja per l’escaleta
i al tocant de l’aigua s’acomodà
el somriure que reomplí la caleta

La brisa li clogué els ulls d’ametista
mentre s’entregava al bressar lleu
del onatge matern, constant artista
que un dia promogué l’alè de Déu

Sota el far, sentint els salats petons
dormisquejant somniava a un fadrí
que carregat de bones intencions
la galta li besà i també s’adormí

S’alegrà molt, però es preguntava
una mica inquieta la jove noia
si el xic enamorat n'estava
o si era il·lusió o certa joia?

La voldria conèixer tal com és
els seus prejudicis abandonant?
L’estimaria amb esperit desprès
o, insegur, aniria jugant?

Li oferiria tot el seu cor?
comprometria la vida per ella
o pretendria llevar-li l’amor
per a prendre-li la virtut poncella?

O potser hauria de nedar sol
llançant-se a pescar a l’oceà
sense ella, doncs l’Altre així ho vol
perquè pugui el Paradís trobar?

Despertà. El sol incandescent
s’amagava darrera les muntanyes
per la serra bètica de ponent
enduent-se les carícies llunyanes

A reveure? ¡Endavant solitud!
no ploris: calli l’afecte ferit,
i s’obri a l’immensa amplitud
de l’amorós regne del Sant Esp’rit

jueves, 19 de marzo de 2009

A Sant Josep

+
Hi brunzeix una abella enfeinada
afeixuguen les formigues llurs grans
crida el bestiar, pastura sa llana
A Natzaret, cada bel és un psalm

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant


Romaní, espígol i farigola
amb bruc perfumós, que florint espiga,
coronen a la vara virtuosa
que és de l'avellaner la millor tija

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant

Josep, el recte, la suor s’eixuga;
el deure, a cop de serra, compleix
amb diligència, car Jahvé l’ajuda,
altra sinagoga el seu taller és!

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant

La puresa per la qual delejava
Déu li donà de la mà d’una noia
li festeja Josep, l’amor li declara
vol ésser servent de la servidora

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant

Ningú a una muller tant ha estimat
com el promès galileu a Maria
la Verge consent, perquè a Déu plau
mes a Déu plau segons la pròpia mida

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant

Per obra de l’Esperit Sant, espera
la Verge al Fill de l’Altíssim Cel
Josep indigne se sent, per çò d'Ella
s’aparta i repudiar-la decideix

Treballava
tot serrant
ell resava
tot cantant

L’Àngel diu a Josep: “no tinguis dol
l’esperança d’Israel és per tu
seràs verdader pare del nadó
que en néixer, anomenaràs Jesús"

Tot serrant
ell resava
tot cantant
treballava


Prengueres a casa la teva dona
els primers vagitons del Fill gaudires
Silent Josep, quan tu calles Déu obra:
pel teu sí les promeses es compliren

Tot serrant
ell resava
tot cantant
treballava


A vós, Patró, llagrimós m’encomano
en la quaresma de la nit amarga
ja veus que l’accídia trista no guanyo
saps el perquè i que
el temps s’escapa

lunes, 16 de marzo de 2009

Quaresma

No hi ha res tan tortuós i tan malalt com el cor.
¿Qui el pot conèixer a fons?” (Jr 17, 9)

Heus aquí l’oferta de l’aridesa. Heus aquí la Quaresma. Horitzó infinit, paisatges de pedra i camins de terra eixuta. Quatre esbarzers que mosseguen la sorra solitària. El temps, que s’atura, es voldria escapar, ataüllar i aferrar-se a algun miratge.
***
Apareix per fi la primavera
el seu prat és un vestit
teixit de seda jaspiada
i amb estampats de margaridoies
- petits sols amb què ella s’adorna.

Apareix una mica enamorada
i el vent oneja les flors
dels cirerers i d’altres arbres
les amors inconcebudes.

¿Pot ésser que el cel reflectís
el reverdejar de la pàtria meva?
Se sentia com naixia un rajolí
d’aigua cristal·lina dins del cor...

Però ja és l'hora i s’escola el miratge;
despuntant el dia el desert roman
- sense el dolç refilar de la tortoreta
que jo, espantaocells, no volia espaventar.
Sol, se’m fa feixuga l’espera.
Estaquirot, temo i desitjo la Pasqua.
***

La Quaresma, tanmateix, té els seus oasis. Ahir, a mitja missa, la petita Anna em declarà tota cofoia a cau d'orella, pujada als meus braços: “tu eres mi papá!”. Segurament, ningú m'haurà dit mai quelcom tan meravellós, encara que no sigui gaire veritat. Tot d'una vaig capir l'emoció del "Pare nostre" quan jo mateix em rendeixo confiat al seu esguard...

Jo, el Senyor, examino l’interior dels homes per donar a cadascú segons el seu comportament, segons el fruit de les seves obres” (Jr 17, 10)

miércoles, 11 de marzo de 2009

If Dante had Virgil, I had Chesterton (Pearce said)!

Joseph Pearce is visiting Spain nowadays. Yesterday he had to deliver two lectures about “literary converts” and Chesterton at the University of San Pablo CEU from Madrid. For many reasons, I was really interested in attending to these events. I even had my “quest for Shakespeare” ready to be signed by the author with a special dedication. Unfortunetely, Mr. Pearce losed his flight, so the expected lectures were to be put back for today. However, I have not been told about the actual hours of the foreseen speechs. Nedlessly I waited for an early confirmation this morning. One of the lectures was cancelled, and I was informed about the second when it had finished, so there was no need to hurry up anymore. Tomorrow, God willing Mr. Pearce is in Pamplona. I am staying in Madrid. Hopefully, I will meet him another day. Force majeure, as the learned English lawyers tend to say!

In my grief, I have been comforting myself finding a Pearce’s
autobiographical writing about “his” own conversion to popery. It is worth reading. And just before a while, I have came to this podcast.

domingo, 8 de marzo de 2009

Javierada


Sin planearlo, este fin de semana, algo ventoso el sábado pero soleado el domingo, he podido disfrutar de la Navarra más auténtica, la que se gestó entorno de sus incontables monasterios y la que gestó y a su vez fue gestada por sus santos.

El sábado fue el turno del monasterio cisterciense (de la Trapa) de la Oliva, un remanso de paz de la Trapa, allá a orillas del río Aragón, entre Mélida y Caparroso, no muy lejos de las Bárdenas reales. ¡No hay que irse a la Grand Chartreuse
! Sus monjes, aunque no minusvaloran las utilidades que les ofrece la modernidad, mantienen puntillosos la regla monástica, como garantía de su libertad. Porque su libertad la encuentran en Dios, y en encontrándole a Él, se encuentran. (Permítaseme la licencia, pero no dudaré en afirmar que no hay más “persona” que un monje). Su actividad, su razón de ser: “Deum quaerere”. ¿Cómo? Mediante la oración, el trabajo y la penitencia. El fruto visible, la caridad para con el hermano, sea el de la propia comunidad como se trate de un huésped. ¿El secreto que lo sazona? La Virgen. Para los “mundanos”, incapaces de semejante vida, sólo nos queda disfrutar sin prisas de unas horas, de una conversación, de una Vísperas, de un paseo, de la humedad de una tierra pre-primaveral... ¡Y sabe a gloria recargarse las pilas!

Aprovechando que la Oliva no queda lejos de Javier, atravesando ya de oscuras la zona media de Navarra, la patria de los carlistas, me acerqué por carreteritas recónditas a Lumbier. Allá acababa de llegar un grupo de jóvenes navarros, vascos, catalanes y madrileños tras su extenuante primera jornada de la Javierada. Nos dio cobijo el párroco en la casa parroquial. Cenamos en la misma calle con sopa, pan, queso y algo de embutido, que por algo estamos en Cuaresma. Aunque cansados los caminantes, hubo tiempo y fuerzas primero para un alegre fuego de campamento, bailes y guitarras incluidos, en la anteiglesia del pueblo. Luego, entrada ya la noche y aprovechando los buenos ánimos, también los hubo para una hora santa con el Santísimo. Llevábamos un rato reconfortándonos por el Aquél que-es-todo-amor-y-misericodia cuando de repente unos potentes estallidos nos sobresaltaron. Alguien (unos chavales del pueblo) había entreabierto la puerta, echando dos petardos dentro de la iglesia, repleta de gente. El susto ciertamente fue grande, si bien sólo se quedó en un susto. Pero a nadie le cupo la menor duda de que se trataba de una leve premonición de otros sucesos, de otros “gamberros” y de otras bromas que no nos harán ninguna gracia, cada vez más cercanos... Y, sobretodo, a qué dudarlo, había y sigue habiendo otro Alguien (piénsese en el nombre del pueblo y se acertará) rabiando porque menos de cien jóvenes son capaces de arrodillarse durante una hora delante de lo que parece un trozo de pan... Ya se sabe aquello de “seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza” (Lc 21, 18-19).

Por ello, sin perder la tranquilidad, nos fuimos a dormir. Bueno, dormir es un decir, porque a las tres horas tocaba diana. Tras un rápido desayuno, a las cuatro de la mañana dejábamos Lumbier, encaminándonos por medio de la noche hacia nuestra meta: el castillo de Javier. En primer lugar, poco después de salir de la población y de camino a Liédena, hemos tenido que atravesar la Foz de Lumbier, un espectacular desfiladero del río Irati que ha serrado durante milenios la última estribación rocosa de la Sierra de Leyre. Si de día es imponente, imaginaos el congosto de noche, cuando la oscuridad y el silencio del lugar viene disturbado solamente por las inagotables aguas pirenaicas que se abren camino contra todo lo que se les ponga delante. Con todo, hablando sobre Canals, casi no nos hemos percatado del momento en que abandonábamos la lúgubre garganta.

Al llegar a Liédana, clareaba ya. Este era el punto de encuentro con los demás grupos. A las 7:30 salíamos todos rezando el Via-crucis, en la última parte del camino a Javier. Los últimos quilómetros eran pan comido para unos. En especial si no habíamos andado el día anterior. Pero para algunos... ¡era un verdadero via-crucis!



Sin embargo, nos reconfortaba por esta vez la gloriosa salida del sol, que se erguía entre las nubes perezosas que se desvanecían abrazándose delicadamente a los montes. De nuevo, la primavera indomable se preanunciaba maravillosa en los trigales que tímidamente se atrevían a germinar. Los almendros, más avanzados, se habían prodigado en adornarnos la caminata. Mas la natural belleza de la tierra que se nos despertaba delante, no era suficiente para las ya mermadas fuerzas de la adolescente Guadalupe, que a estas horas arrastraba ya con dificultad sus pies lastimados y llenos de ampollas. ¡Oh mujer (trabajadora), por mucho que te esfuerces, con compañía te será más fácil!¡Y cuánto más si la compañía te viene del brazo de un amigo! Así, los dos, hemos alcanzado Javier al final. Al final, porque hemos sido los últimos, pero hemos llegado puntuales para la misa. Misa al aire libre, que el sol ya calentaba, y el templo era magnífico, con el castillo de Javier como altar y la Sierra de Leyre, aún nevada en sus cimas, de retablo. Presidiendo, Don Francisco, el pastor. Nosotros, el rebaño reunido.

Y así, a San Javier le hemos traído nuestras intenciones. Y desde aquí, como el apóstol misionero, nos hemos vuelto cada uno a sus casas. También yo - en caso contrario no estaría escribiendo estas líneas. Con una misión: evangelizar, o sea anunciar la buena nueva. A Cristo.