martes, 4 de diciembre de 2007

Lágrimas y sonrisas

Esta noche de lunes me ha tocado hablar del aborto en España en una radio polaca. No es fácil hablar del Inferno. De la injusticia que clama al Cielo, no sólo la de Barcelona. Además, ¡qué fácil es recurrir a tópicos tan inútiles incluso en una argumentación pro-vida! No obstante, ya se sabe: ojos que no ven...

¿Cómo afinar las conciencia?¿Cómo sentir la punzada de cada una de estas personas arbitrariamente canceladas?¿Cómo defender los derechos de los nonatos?¿Cómo no desesperar con estas chicas que abortan?¿Cómo ayudar?

Casualmente (¿¿existen las casualidades??) terminado el programa, mi gran amigo Javier (precisamente este lunes era su santo) me ha comunicado por sms que su mujer y él están esperando un niño. “Están esperando”: ¡qué bonito! Se casaron a principios de octubre. A Ana la conozco menos, pero con Javi nos conocemos ya hace unos cuantos años. Antes de casarse, Javi siempre fue un gran luchador pro-vida (y lo seguirá siendo, ¡claro!). En España, en Irlanda, dondequiera. En su labor de rescate, ¡a cuántas mujeres habrá enseñado a esperar al niño no deseado! Sí, él. Varón y sin gran experiencia en cuestiones familiares. ¿Cómo? Con amor. Amor que suscita audacia. Ahora, también Javi puede “esperar” ya a su propio hijo.

Vuelvo a la pregunta de siempre: ¿qué es amar?

Qué bueno que estés” viene a decir “te amo”. Amiga, aunque jamás te encontraras con nadie que te reconociera sinceramente “te amo” o que te dijera “qué bueno que estés”, sí hay Alguien que no cesa de gritar “te quiero”. Él también está sólo y te necesita. Sí, en esta tu pobreza, en esta soledad, en esta angustia, en esta tristeza amarga. Sí, en este hijo, que también es Su hijo. Sólo tiene un Padre. Sólo tiene a una madre. Sólo te tiene a ti.

Corazón que ve, ojos que sienten...

Y el ocho Dios mediante estaré con mi Inmaculada en la Capelinha y el Cielo es grande y el infierno es pequeño y Dios es amor y amor es misericordia y, y, y soy feliz...

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