Tenue atardecer, sin ardor, el de esta tarde, que se escondía por detrás de las nubes que a Gredos coronaban. El sol, avergonzado, caía derrotado... Y se hizo la noche.
El mal mayor ha vencido una vez más al mal menor como, por otra parte, era de esperar (lo mayor siempre se come al menor). Inicuo, ¿qué respetará?
Faltados de bien, son las negaciones la que nos esperan. El mal, cualquier mal, es una falta de bien que sólo se sostiene por la apariencia que reviste:
"Negar el Dios trino y uno, para afirmar otro Dios; negar la humanidad bajo un aspecto, para venir a afirmarla desde otro punto de vista; negar la sociedad con cierta forma, para venir a afirmarla después con formas diferentes; negar la familia por un lado, para afirmarla por otro; negar al hombre de cierta manera, para venir después a afirmarle de una manera o diferente o contraria, todo esto es entrar por la senda de tímidas, contradictorias y cobardes transacciones. El socialismo presente es todavía un semicatolicismo, y nada más" (Donoso Cortés, Ensayo sobre el Catolicismo, el Liberalismo y el Socialismo, L.III, C.V.)
Queremos huir de la política y esta nos atrapa... A uno le gustaría sólo hablar de amor, porque el amor es un sí, una afirmación. Aunque se nos escape el sol, nos quedan la luna y las estrellas, reflejo de Tu luz. Y en la noche andaremos. ¿Hasta cuándo?
¡Qué brille el amor! Sólo nos queda Cristo, que ya es todo. My chcemy Boga. En nuestra debilidad, sí. En nuestros temores, sí. En nuestras angustias, sí. En nuestras lágrimas, sí.
Será un tiempo de Gracia. Tiempo de misericordia. Para todos, para España. Nada es casual. Todo es providencial. Dios y mi responsabilidad, la de la conversión del cada día, la de la conversión con alegría. El-ser-para-los-demás. Para mí, pende una asignatura urgente: la santidad. Hágase Tu voluntad. En Tus brazos. Para dar testimonio. Tu testimonio, no el mío. Y para los demás, mi alegría, mi paz, mi caridad, mi esperanza... ¡que no son mías!
¿Y - nos preguntaremos - los que se queden por el camino...?
“... – On són els fills?
Pregunta-ho al Ponent i a l’ona brava:
tot ho perderes, - no tens ningú.
Espanya, Espanya, - retorna en tu,
arrenca el plor de mare!”
De lo hondo, se oyó un grito repentino:
“Santa María, ampáranos. Santiago, no te olvides de nosotros. Nuestros mártires, socorrednos”.
Porque tenía que volver, un día, volverá el alba!
El mal mayor ha vencido una vez más al mal menor como, por otra parte, era de esperar (lo mayor siempre se come al menor). Inicuo, ¿qué respetará?
Faltados de bien, son las negaciones la que nos esperan. El mal, cualquier mal, es una falta de bien que sólo se sostiene por la apariencia que reviste:
"Negar el Dios trino y uno, para afirmar otro Dios; negar la humanidad bajo un aspecto, para venir a afirmarla desde otro punto de vista; negar la sociedad con cierta forma, para venir a afirmarla después con formas diferentes; negar la familia por un lado, para afirmarla por otro; negar al hombre de cierta manera, para venir después a afirmarle de una manera o diferente o contraria, todo esto es entrar por la senda de tímidas, contradictorias y cobardes transacciones. El socialismo presente es todavía un semicatolicismo, y nada más" (Donoso Cortés, Ensayo sobre el Catolicismo, el Liberalismo y el Socialismo, L.III, C.V.)
Queremos huir de la política y esta nos atrapa... A uno le gustaría sólo hablar de amor, porque el amor es un sí, una afirmación. Aunque se nos escape el sol, nos quedan la luna y las estrellas, reflejo de Tu luz. Y en la noche andaremos. ¿Hasta cuándo?
¡Qué brille el amor! Sólo nos queda Cristo, que ya es todo. My chcemy Boga. En nuestra debilidad, sí. En nuestros temores, sí. En nuestras angustias, sí. En nuestras lágrimas, sí.
Será un tiempo de Gracia. Tiempo de misericordia. Para todos, para España. Nada es casual. Todo es providencial. Dios y mi responsabilidad, la de la conversión del cada día, la de la conversión con alegría. El-ser-para-los-demás. Para mí, pende una asignatura urgente: la santidad. Hágase Tu voluntad. En Tus brazos. Para dar testimonio. Tu testimonio, no el mío. Y para los demás, mi alegría, mi paz, mi caridad, mi esperanza... ¡que no son mías!
¿Y - nos preguntaremos - los que se queden por el camino...?
“... – On són els fills?
Pregunta-ho al Ponent i a l’ona brava:
tot ho perderes, - no tens ningú.
Espanya, Espanya, - retorna en tu,
arrenca el plor de mare!”
De lo hondo, se oyó un grito repentino:
“Santa María, ampáranos. Santiago, no te olvides de nosotros. Nuestros mártires, socorrednos”.
Porque tenía que volver, un día, volverá el alba!
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