sábado, 1 de noviembre de 2008

Todos los Santos. Primer aniversario


Después de la fría tarde de un auténtico otoño que había bañado la tierra con abundancia de lágrimas para olvidar, vino la noche. Húmeda, aunque sin lluvia, pero siempre oscura. Ausente la luna y de estrellas, quedaba iluminada por aquellas aburridas farolas sin luz propia que el Ayuntamiento de turno había plantado incontables en cada calle de la ciudad artificial.

Volvía a mi casa con paso decidido. Me quedaban quinientos metros para alcanzar mi portal. En cuanto antes llegue, pensé, mejor. Pero de pronto me crucé con un grupo de chicas disfrazadas de demonios, o tal vez demonios disfrazados de chicas. Temblé por un momento, pero con un conato de exorcismo mariano, seguí mi camino. Algo más adelante una horrible muñequita se desparramaba inmóvil - muerta - por el suelo mojado. ¿Qué niña había sido tan cruel abandonándola así? No sería yo quien la iba a recoger impresionado. Proseguí. A mi derecha quedaron también dos vagabundos sin-techo echados en su cama improvisada en el umbral de una zapatería. No es improbable que el día de mañana les tenga que acompañar, en estos tiempos de crisis. Mañana se solidarizarán conmigo, aún cuando esta noche yo, gran señor, pase de largo. Casi choqué con un anciano que andaba en dirección contraria mirando sólo por donde pisaba. Poco después una solitaria muchacha china hacía fotos. ¿A quién?¿Por qué?¿A estas horas? ¡Si la cámara no tenía ni flash! Justo antes de llegar al portal, de nuevo me topé con un par de féminas demoníacas y tres nigromantes salidos de un cuento de brujas. Eso era demasiado, me dije. Ya iba a pronunciar aquello de “vade retro satana”, pero me acordé que es que precisamente una gran parte de la ciudad sin Dios en la que vivo está celebrando Halloween, de ahí lo grotesco de tanta parafernalia de tienda de todo a cien, tridentes y cuernos rossoneris y las botellas de alcohol que les acompañaban en su orgía nocturna. Entré en mi portal y cerré la puerta.

En efecto, todo tiene su explicación. El día siguiente va a ser Todos los Santos, la fiesta de la humanidad, nuestra fiesta, puesto que todos estamos llamados a la santidad. Esta noche, más que a Lucíferos, brujos y bestias de la ultratumba, debería encontrarme por la calle y saludar a los ángeles y a los santos. ¡Mira si hay santos para emular y de los que disfrazarse! Será que la santidad no es divertida...

Por la mañana volverá a aparecer el sol, y aunque no luzca, Él siempre resplandecerá por encima de las nubes, por muy densas que sean. Todos los santos del Cielo, interceded por esta tierra, ¡interceded por nosotros!
There were roses...

***
En otro orden de cosas, este blog hoy está de aniversario, cumple su primer año. Ello, por sí mismo, no debería ser reseñable. Ahora bien, el tiempo es la medida en la que existimos, y en la que nos comunicamos. Somos, por ahora, temporales. Aunque de existir, sólo existe el presente, puesto que el presente es la confluencia de lo pasado. El futuro, ahí está: a la vuelta de la esquina o antes incluso, pero para nosotros, los humanos, no “existe”. Pero hablando de pasado desde el presente, conviene recordar que el pasado es presente en tanto que memoria (“memoria presente del pasado”). Memoria de lo que en su momento fue presente. En el caso de este blog, memoria escrita. Escrita en forma de blog. Hasta que no se suprima. Ello nos lleva a la limitación del tiempo. El universo está tasado, temporalmente hablando. Con independencia de lo anterior, también mi existencia “terrena” está limitada por el tiempo. Algún día moriré, está es mi primera certeza. Desconozco cuándo, pero otra certeza es que non omnia moriar y de “mi” tiempo dependerá mi eternidad, eternidad para la felicidad. Sin prejuzgar la inmensidad de la Misericordia de Dios, precisamente en consideración de dicha Misericordia, el tiempo que se me ha dado es finito. Es importante reconocerlo, al menos. Y reconocer que el tiempo se me escapa, que lo pierdo. Lo pierdo quizá dedicándolo a este personal foro.
En Razón de este blog me proponía hace un año unas reglas y un fin bastante elevado. ¿He sido fiel? ¡Lejos de mi los autoanálisis o las autocríticas! No voy a suprimir a esa mi criatura, de momento. Pero, no están de menos algunas preguntas: ¿A qué obedece este blog?¿A la vanagloria? Quizá, aunque de poco me pueda envanecer... ¿O a lo mejor responde al celo por la gloria de Aquél que todo lo mueve? Ojalá...

Pretendí entonces (hace un año) expresar con lo que ha resultado este esfuerzo, estas largas horas de paritorio, esta búsqueda de inspiraciones por doquier, esta creación (que no deja ser “mi” blog), como respuesta a un amor. Al Amor. ¿Amor a quién? ¿Amor sui o Amor Dei? No lo sé, cada día me siento más pesado, más estático, resistente al bien, anhelando volar. ¿Ha sido una huída este blog?¿Adónde?

Quería dar testimonio del Cielo. Sin embargo, flaco y aburrido ha sido el testimonio de mis propias miserias... ¿Qué se esperaban los últimos lectores de este blog? Suya es la obligación de discernir y distinguir entre lo que es cosecha propia del autor y lo que ya no lo es. Y, porqué no, ¡qué agradezcan al Autor del Universo por lo que realmente vale! Alaben y den gracias por Su Misericordia, providencia que nos mantiene, que – fíjense – mantiene la libertad de los que escriben como de los que quieren o no quieren seguir leyendo estas líneas.

Coinciden estas fechas con el hecho que terminado el Purgatorio, emprendo la lectura del Paradiso. Bueña compañía la de Dante, mi Virgilio, por la bitácora. Por ello, con él, empezando de nuevo, repito:
La gloria di Colui che tutto move
per l’universo penetra, e risplende
in un parte più e meno altrove”.
Algún día, gracias a Dios, terminaremos nuestros quehaceres más o menos útiles o inútiles. Así esperó Ella y me enseña. “Quinci rivolse inver’ lo cielo il viso”.

1 comentario:

Jordi Duran Morales dijo...

Miquel no se si em coneixeràs, ja fa molt anys que no ens veiem, soc en Jordi Duran.
Noi ja se que treballes en el sector del dret, però hauries de fer un pensament i començar a replantejar-te en dedicar-te a l'escriptura.
M'encanta aquest blog.
Segueix així.
Salutacions desde el Maresme