miércoles, 28 de enero de 2009

Si no cabe la objeción; siempre cabe la obediencia: a Dios y a la conciencia (como bien podría exponer hoy en día Santo Tomás)






De lege, Summa Theologiae – actualización a 28.01.2009



¿Existe un derecho de objeción por razones de conciencia de los padres contra los Decretos de desarrollo de los contenidos de la asignatura de la Educación para la Ciudadanía?

Ad primum sic proceditur. No parece que exista un derecho de objeción por razones de conciencia de los padres contra la asignatura de la Educación para la Ciudadanía porque, en sentencia de 28 de enero de 2009, el Pleno del Tribunal Supremo de España ha considerado que “no existe el derecho a la objeción de conciencia[1].

Sed contra est quod dice el Apóstol que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hch 5,29).

Respondeo dicendum quod: Las leyes humanas son o justas o no lo son. Son leyes justas aquellas que, por razón de su fin, se ordenan al bien común; por razón de su autor, no exceden la potestad del que las establece. Son, por el contrario, injustas aquellas leyes que son contrarias al bien humano en cuanto tal, o por razón del fin, cuando un Parlamento impone leyes onerosas a los ciudadanos, leyes que sólo favorecen a los intereses particulares del partido gobernante y de la ideología que lo inspira. O cuando, por razón del autor, el Parlamento o el Gobierno traspasan los límites de la potestad que se les ha investido. Estas leyes, injustas, mejor debieran llamarse violencias que no leyes, porque una ley que no es justa, no es ley. Desprovistas del carácter y sin la naturaleza de las leyes, no pueden por consiguiente, obligar en el foro interno. Son asimismo injustas las leyes contrarias al bien divino; tales son leyes que dictan los tiranos prescribiendo la idolatría del poder democrático o de sí mismos, u otras opuestas a los mandatos de Dios. Las leyes que por este motivo son injustas, jamás deben ser acatadas y obedecidas (mutatis mutandis, vid. I-II, q.96, a.4). En caso de los Decretos de desarrollo de la LOE así como su habitual aplicación en las escuelas, en abierta contradicción con los principios fundamentales del orden natural y sobrenatural de la sociedad, queridos y dispuestos por su Supremo Legislador, queda patente su radical e insalvable injusticia. Por consiguiente, no son vinculantes y – se reconozca positivamente o no un derecho a la objeción de conciencia de los padres que opten por ello – por consideración a la salvación de sus almas y las de sus hijos, siempre de acuerdo a las exigencias de la prudencia en cada caso, deben ser inaplicados con todo lo que ello pueda implicar negativamente para ellos o sus hijos.

Ad primum ergo dicendum, que en efecto, una objeción de conciencia no persigue tanto desligitimar la norma objetada, sino salvaguardar la pretendida integridad de la conciencia del impugnante. La objeción "legal", en sí y por ello tolerada por el Estado, no atacaría a la validez de la norma afectada. La objeción, en este sentido y en todo caso, estaría sólo al alcance de una minoría social progresivamente decreciente. La falta de contestación pública a la norma impugnada, no obstante, favocería que ésta fuera arraigando socialmente. Hasta que nadie llegase a plantear objeción alguna. De ahí que, en algunos casos, la concesión de la objeción por el Estado pudiera tener efectos anestesiantes a medio y largo plazo. Además, normalmente la alusión que se hace a la conciencia por la doctrina constitucional, se postula desde una consideración de la conciencia inmanente, “librepensadora” o “autónoma”. La recta conciencia, en cambio, es aquella que busca y es fiel la Verdad (que si es verdad, es única), no pudiendo en ningún caso transgredir los mandamientos de la Ley de Dios, lo cual, dicho sea de paso, la constituye en garantía de las libertades personales, familiares y sociales. Por lo tanto, sí existe el derecho de objeción de conciencia siempre y cuando ello no implique por parte del objetante un reconocimiento expreso o tácito a la validez general de la norma que resulta inicua. Es más, se trata de un deber de toda persona de buena voluntad - incluidos los propios colegios - no sólo el desacatar las leyes injustas, sino el hacer todo lo posible para restaurar la justicia violada por la doctrina sectaria, por ejemplo en lo que se refiere a la educación. No se trata de una desobediencia civil: sí se trata de la obediencia debida a las leyes más altas. Así, con la gracia de Dios, poco a poco, se restaurarán los verdaderos derechos de Dios en la educación de la sociedad, ejercidos por la Iglesia por voluntad del mismo Cristo, y los derechos – que son simultáneamente graves obligaciones - de sus representantes en las familias humanas: los padres.

[1] A fecha de la redacción del presente artículo – el mismo día del pronunciamiento judicial – no se ha redactado aún la motivación de la Sentencia citada. Citamos, en consecuencia, lo dicho por la nota de la Oficina de Comunicación del TS.

martes, 27 de enero de 2009

The country faith




Here in the country’s heart
Where the grass is green,
life is the same sweet life
as it e’er hath been.

Trust in a God still lives,
and the bell at morn
floats with a thought of God
O’er the rising corn.

God comes down in the rain,
and the crop
grows tall –
this is the country faith
,
and the best of all.


(Norman Gale)

lunes, 26 de enero de 2009

Benedictus dixit, non ego!

From the message titled "New Technologies, New Relationships. Promoting a culture of Respect, Dialogue and Friendship”:

I would like to conclude this message by addressing myself, in particular, to young Catholic believers: to encourage them to bring the witness of their faith to the digital world. Dear Brothers and Sisters, I ask you to introduce into the culture of this new environment of communications and information technology the values on which you have built your lives. In the early life of the Church, the great Apostles and their disciples brought the Good News of Jesus to the Greek and Roman world. Just as, at that time, a fruitful evangelization required that careful attention be given to understanding the culture and customs of those pagan peoples so that the truth of the gospel would touch their hearts and minds, so also today, the proclamation of Christ in the world of new technologies requires a profound knowledge of this world if the technologies are to serve our mission adequately. It falls, in particular, to young people, who have an almost spontaneous affinity for the new means of communication, to take on the responsibility for the evangelization of this "digital continent". Be sure to announce the Gospel to your contemporaries with enthusiasm. You know their fears and their hopes, their aspirations and their disappointments: the greatest gift you can give to them is to share with them the "Good News" of a God who became man, who suffered, died and rose again to save all people. Human hearts are yearning for a world where love endures, where gifts are shared, where unity is built, where freedom finds meaning in truth, and where identity is found in respectful communion. Our faith can respond to these expectations: may you become its heralds! The Pope accompanies you with his prayers and his blessing.

(From the Vatican, 24 January 2009, BENEDICTUS PP. XVI.)

And an inmediate “example”:

Undoubtedly, wise use of communications technology enables communities to be formed in ways that promote the search for the true, the good and the beautiful, transcending geographical boundaries and ethnic divisions. To this end, the Vatican has launched a new initiative which will make information and news from the Holy See more readily accessible on the world wide web. It is my hope that this initiative will enrich a wide range of people - including those who have yet to find a response to their spiritual yearning - through the knowledge and love of Jesus Christ whose message of Good News the Church bears to the ends of the earth (cf. Mt 28:20)!

(Vatican, 25.01.2009. This is what the Holy Father said in English after his address before praying the midday Angelus with those gathered in St. Peter's Square)

domingo, 4 de enero de 2009

Ha nevat a Varsòvia!



Neva i venteja
com en els contes
que hem oblidat.

Segueix al vent
la pols callada
i adamantina
d'una nit blanca
que no té pressa;
sota el fanal
sobtadament
s'ha aturat.

Per endavant
una catifa;
mira enrere:
ni les deixants
d'unes petjades
pesades, lleus
àgils i lentes
ja no hi eren
esbufegades
pel zel de Bòrees.

Els esforços
premses efímeres
són solituds
que el temps esborra.
Ens semblarien
camins per fer
tot i abraçats
al germà fred.

Déu i nosaltres:
anhels ferits
retorns a casa
sojorn al Cel
ésser i viure
viure d'amor
en tot moment!